Y tras la ruta de 2017, de nuevo me
entró el gusanillo de subir montañitas. Lo mío es una obsesión:
veo una montaña y enseguida pienso en escalarla. Estoy a los pies de
una con la bici, y no veo el momento de pedalear. Así que aproveché
la semana del 22 al 26 de mayo para tachar unas cuantas cumbres por
las que sentía curiosidad y que se encuentran cerca de
Argelès-Gazost (Francia):
1ª escalada: 22 de mayo. Col de
Hautacam (Col de Tramassel): 1.616 metros. 16 kms de ascensión.
El Col de Tramassel está un poco más
arriba que la estación de Hautacam. Pero como ya estaba allí...
Pese a su poca altura, tiene tramos de mucha pendiente: entre el
kilómetro 5,5 y el 9, oscila del 9 al 11,7%. Y entre el 10,5 y el
11,5 es del 10,6%.
2ª escalada: 23 de mayo. Col de Luz
Ardiden: 1.720 metros. 14,5 kms de ascensión. Entre el kilómetro 4
y el 12 la pendiente oscila del 8,5 al 10%. Es muy dura inicialmente.
La empecé con un francés que enseguida dijo 'empieza el
sufrimiento'. El pobre sufrió mucho y enseguida se quedó
descolgado. El final es una estación de esquí que aún estaba
parcialmente nevada.
3ª escalada: 25 de mayo. Col de
Tentes: 2.100 metros (imposible subir más alto debido a la nieve).
La cumbre está a 2.208 metros. 18 kms de ascensión.
Lluvia, niebla, mucho frío.
4ª escalada: 26 de mayo. Col
d'Aubisque: 1.709 metros. Ya lo subí en 2014, pero entonces había
tanta niebla que no pide ver los acantilados que hay entre el Col de
Soulor y el de Aubisque, que realmente dan vértigo. Justo un día
antes, este puerto había sido abierto a la circulación entre ambos
cols. Aún había bloques de nieve en la carretera estrecha. La parte
más dura es la de Soulor, con cinco kilómetros con medias del 8 al
10%. Esa misma mañana se abrió el Col de Tourmalet, pero me enteré
tarde. Quería subirlo por la cara este. Otro año será.