Etapa 1: Denia-Ontinyent
Muchísimo calor en esta primera etapa, hasta 42 grados en el Vall de la Gallinara. Dos fuertes subidas que no son nada comparado con lo que me espera mañana.
Etapa 2: Ontinyent-Alcalá de Júcar
Siete horas sobre la bici para recorrer 120 kms, atravesar 7 puertos de montaña de órdago y soportar temperaturas de 42 grados, con vientos torridos. Pero ha merecido la pena, sobre todo el final, en Alcalá de Júcar, un pueblo tan bonito como su entorno.
Etapa 3: Alcalá de Júcar-San Clemente
Las fiestas de Alcalá de Júcar las celebra todo el mundo, sin excepción, quiera o no. De noche, el concierto de un par de grupos que lo mismo tocaban una del Fary que una de Ac-Dc se prolongó hasta las 6 de la madrugada, de manera que allí no durmió ni cristo. Así que a las 6 me largue, iluminado por la Luna llena, lo único poético de esa noche.
Una hora después, en Jorquera, donde el café cuesta 70 céntimos, aún celebraban sus fiestas: otro concierto a toda pastilla que se oía en todo el cañón. Al menos el trayecto de hoy ha sido más plano y no ha hecho tanto calor.
Etapa 4: San Clemente-Alcázar de San Juan
Si el trayecto del primer día fue entre adelfas, el segundo entre pinos y el tercero entre trigo recién segado, el de hoy ha transcurrido entre vides. Etapa casi plana con viento de popa inicial que se ha complicado al seguir por un camino que no aparecía en mi mapa.
Un tramo lo he hecho por camino de tierra, en el que he visto un lagarto descomunal. Las carreteras están plagadas de serpientes reventadas. No están de fiestas en Alcázar, lo cual es un alivio. Ya he visitado La Rosa y Eloy, en honor a mi Churri.
Etapa 5: Alcázar-Polán
En Polán, hostal con calidad de hotelazo, y una comida exquisita muy barata. Desde aquí atisbo Gredos.
Etapa 6: Polan-El Tiemblo Una jornada que preveía terrible, por el calor anunciado y su dureza, pero que he solventado a lo Contador, salvando las distancias, claro. Madrigué ante la advertencia de altas temperaturas y disfruté de lo lindo con el aroma de las jaras al amanecer y las juguetonas ardillas rojas,muy descaradas.
En el pantano de Castrejón tuve que salir por patas cuando me envolvió una nube de mosquitos de proporciones biblicas. Ni en ses Salines al atardecer, que visto lo de hoy ya me parece una mariconada.
Etapa 7: El Tiemblo-Peñaranda Jornada con dos partes. La primera, la buena, la ascensión a la Paramera, donde me esperaba Pablo, que me acompañó hasta Ávila. Y lo que parecía una segunda parte tranquila se transformó en un suplicio debido al fuerte viento en contra y a los continuos toboganes, que mucho me temo que se repitan mañana. Hoy he comido un arroz con leche antológico.
Etapa 8: Peñaranda-Zamora
No ha sido en una hora, sino en ocho días y más de 900 kms, pero al fin he llegado a Zamora.
Más toboganes en la jornada de hoy, pero al menos no tuve el viento en contra ni la temperatura era extrema.
El año que viene, más.
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